Fiestas Patrias sin militarismo
Ya se acercan las Fiestas Patrias y, por lo tanto, un clima de espíritu militar y belicista en todo el país. Los colegios ya preparan desfiles alegóricos, en los que veremos a pequeños estudiantes obligados a actuar como soldados que marchan a la guerra.
Hace un par de años, en San Miguel, conocí a un director de colegio que preparaba a sus alumnos desde mayo para esta fecha. Los hacía desfilar marcialmente al compás de una banda de música que solo sabía himnos castrenses. Naturalmente, se perdían muchas horas de clases que nunca se recuperaban. Imagino que este año ocurrirá lo mismo en este colegio y en muchos otros de Lima.
Yo también recuerdo haber desfilado en mis tiempos colegiales. Me llamaban la atención si no azotaba los pies contra el suelo y si mi cuello no estaba lo suficientemente erguido para el gusto de los profesores. En quinto de media, por una disposición del gobierno de Alan García, retornó la Instrucción Premilitar a todas las escuelas. Un marinerito bobo y gritón nos obligaba a dar vueltas por el Gálvez Chipoco de Barranco, a cortarnos el pelo casi a coco y a lanzar insultos contra nuestros hermanos chilenos y ecuatorianos, como si en 1989 hubiésemos estado involucrados en una guerra a muerte con ellos. Si algo aprendí de ese marinerito, fue a convencerme de que la educación militar contenía odio, mediocridad y mucha estupidez.
El año pasado la Asociación Civil Transparencia organizó una campaña encaminada a cambiar esta absurda tradición por “valores democráticos y de valor cultural”. La campaña se llamó “Redescubramos nuestro 28 de julio”. En lugar de desfiles militares, los estudiantes realizaron pasacalles con danzas de la costa, la sierra y la selva, además de otras expresiones artísticas. ¿Qué les parece? El resultado fue exitoso, pero, al parecer, no ha tenido mucho eco en 2006.
En este
link de Transparencia pueden encontrar algunos artículos muy buenos referidos a este tema. Recomiendo especialmente “Sobre la instrucción premilitar” y “El lado obsoleto de los desfiles militares” de León Trahtemberg.
¡Feliz 28 de julio a todos mis compatriotas!